LOS ROMANCES DE CARLA

Hace un par de años, en la hermosa ciudad de Venecia, vivía una periodista tan apasionada por su trabajo que casi nunca estaba en casa. Tantos viajes había hecho, que ya casi en todo el mundo era conocida.

Esa apasionada periodista se llamaba Carla y había nacido en Argentina, pero por problemas económicos, sus padres se habían tenido que mudar de residencia cuando ella era tan solo una niña. Así, se habían instalado en Venecia.

En uno de sus múltiples viajes a París, la joven Carla, conoció a un apuesto hombre llamado Pierre. Nada más verlo, sintió amor a primera vista. Fue un auténtico flechazo. Se acercó para saber a qué se dedicaba. Él, supo apreciar enseguida la clase de la periodista y le pidió una cita. Cuando quedaron, subieron a lo alto de la Torre Eiffel para disfrutar de las espectaculares vistas de la capital francesa. Tras la romántica cita, se convirtieron en novios.

Ella sentía un gran amor por él, pero él…no sentía exactamente lo mismo. Es más, algún tiempo después se comenzó a sospechar que Pierre se había aprovechado de Carla desde el primer momento, pues era una chica adinerada.

Un día, Carla sorprendió a su amado con las manos en la masa, intentando robarle dinero. Entonces, ella entendió lo ocurrido y el corazón se le rompió en mil pedazos. Pasadas algunas semanas, él entendió que la necesitaba, que la quería por cómo era y no solamente por su dinero, que lo que había hecho estaba realmente mal, pero…ya era muy tarde. Carla estaba muy lejos y sin poder verla para disculparse, su vida ya no fue la misma. Lloró y lloró.

Pero esa es otra historia…

Carla se fue triste. Ella lo amaba pero sabía que él solo había estado con ella por su dinero. Fue un golpe duro, un terrible desengaño. Carla decidió seguir con su vida y con sus viajes, pero su abuela Mercedes murió inesperadamente. Por ese motivo, se dirigió a Milán a velar por ella. Mientras vagaba por las calles desolada, se encontró a un hombre guapo, apuesto, sensible, inteligente, alto…¡Y que sabía escuchar! Lo que toda persona quiere pero pocos saben hacer. Ese ángel caído del cielo, tenía por nombre Angelo. Tras sus horribles y dolorosas vivencias, ella ya no creía en el príncipe azul, pero aún así, le dio una oportunidad. Salió con él durante dos años y llegó a pensar que era el definitivo, su amor verdadero.

Un día, mientras paseaban por las hermosas calles, él vio a la mujer perfecta para él (pero sólo por su físico). Inmediatamente, dejó a Carla. La periodista se quedó nuevamente destrozada y se sumió en una gran tristeza. Pensó que ya nunca encontraría a su media naranja. Tan desmoralizada estaba que perdió interés en todo e incluso comenzó a fallar en el trabajo, por lo que fue despedida. Por si fuera poco, estaba comenzando a echar de menos a Pierre ya que en sus caricias y abrazos había sentido algo que nunca jamás había sentido con Angelo.

Un día, callejeando nuevamente por París, se encontró a Pierre que fue corriendo a abrazarla. Ella estaba un poco enfadada pero la chispa del amor aún ardía en su interior. Cuando se abrazaron, su amor mutuo volvió a brillar y Carla olvidó el desagradable asunto del dinero. En poco tiempo, se instalaron los dos en París, donde Carla volvió a trabajar y formaron una pareja inigualable, la envidia de toda la ciudad. Tanto era así, que todos sabían lo de su gran amor.