Que acadou o Primeiro Premio pola provincia de Ourense na 54ª edición do Concurso
Coca-Cola "Jóvenes Talentos", Premio de Relato Curto.
Os relatos desta edición inspíranse en sorprendentes noticias sobre misteriosos
acontecementos que afectan aos dicionarios de todo o mundo. Como estímulo
narrativo a noticia publicada na portada do diario O
Chispazo que alertaba da misteriosa desaparición de
todos os dicionarios do planeta.
Desfrutade
coa lectura do relato!!!
Concurso Jóvenes Talentos de Relato Corto
Hacía ya un año de aquella
noticia y seguíamos sin diccionarios.
Habían desaparecido sin dejar ni
una sola pista de adónde podrían haber ido. Su ausencia se notaba día tras día,
o, al menos, eso creía yo.
Al principio la gente pasó por
alto la noticia o no le dio importancia. Algunos la comentaban con burla, otros
divertidos y otros entre carcajadas sin al menos intentar disimular lo poco que
le importaban esos” trozos de papel” como los solían llamar.
La gente incluso se inventaba
teorías, rumores, que iban pasando de boca en boca cada vez más distorsionados
y detallados, asegurando ser pura verdad.
-¡Qué sí, mujer, qué sí! ¡Como te
lo cuento!- aseguraba mi mejor amiga Marta, después de contarme una de las
muchas versiones que habían llegado ya a mis oídos.
- Sigo sin creerte- insistí yo
por enésima vez- Me niego a pensar eso. Además, ¿para qué crees que los periódicos se lo iban a inventar? ¿Qué
iban a ganar con eso? Nada Marta NA-DA.
-Mira que eres necia. Pero mejor,
querida amiga, pregúntate justo lo contrario ¿Por qué no se iban a inventar esa
noticia? Es más, supondría un gran aumento en sus ventas que, básicamente es lo
que buscan, vender más.
-Bah, déjalo- dije yo. Cuando
Marta se ponía así no había forma de hacerla entrar en razón.
Pero en parte tampoco me
importaba tanto. A ver ¿qué había de importante en que desapareciesen los
diccionarios? ¿A quién le importaban? No servían para nada. Si querías saber lo
que significaba una palabra, ibas y se lo preguntabas al profesor, que para eso
estaba.
Ahora me doy cuenta de lo
ignorante que era. Por eso existe el dicho “la
ignorancia es atrevida” porque justo no tienes idea de algo pero de
valiente, tú vas y eres el primero que opina.
Poco a poco me fui dando cuenta
de mi gran equivocación. Comencé a abrir los ojos cuando el profesor de lengua
nos mandó leer un libro con palabras que yo no había visto en mi vida. Palabras
como pacato, o adusto o sabe Dios qué más.
Pero eso sólo fue el principio.
Poco a poco, en los informativos, por ejemplo, se fue haciendo notable la ausencia
de diccionarios. Los presentadores empezaban a realizar gestos incomprensibles
queriendo explicar como había sucedido algo o el hombre del tiempo, que no
sabía ni por dónde empezar.
Y esto es sólo un ejemplo de lo
que estaba pasando. Como este, muchas otros casos de gente que se queda,
literalmente, sin palabras.
Muchos compañeros de clase se
quedaban mirando a los profesores con rostros que denotaban miedo y que no
entendían ni una palabra de lo que decían.
Lentamente, la gente se volvía cada
vez más analfabeta. ¡Hasta el autocorrector del Whatsapp había dejado de funcionar!
La nueva moda era llamar a todo “cosa”
o “chisme” o simplemente decir “tú ya me entiendes”. Las palabras básicas se
quedaban como escondidas en el rincón más apartado del cerebro.
A conciencia de esto se
intentaron crear nuevos diccionarios pero totalmente en vano, pues, volvían a
desaparecer.
Ante esta situación Marta y yo (a
pesar de que Marta pensaba que era una tontería) decidimos crear nuestro propio
diccionario con las palabras que recordábamos y sin parar para descansar lo
terminamos.
Aunque sirvió lo mismo que los
otros intentos habían servido, es decir, para nada.
Se habían esfumado, igual que mi
hermano cuando lo mandan recoger, es decir, sin dejar rastro.
Así pues, si estás leyendo esto,
eso quiere decir que el mundo no ha perdido su cultura, su DNI, su “salero”,
sí, esa chispa característica que sólo las palabras saben dar. Digo esto puesto
que yo quiero que reflexiones un poco ¿crees que te iba a dar todo hecho? Pues no.
Quiero que pienses. Piensa ahora que puedes, ahora que seguramente tienes las
palabras exactas, ahora que tienes tu imaginación, porque perder las palabras
es la peor de las enfermedades.
Ya sólo te voy a dar una única
pista: pensar, recordar, valorar, fueron la clave de semejante misterio que por
tantos años nos hizo comernos la cabeza más de una vez.
Enhorabuena por el premio! El relato está muy bien porque es original así que lo merecías. Felicidades!
ResponderEliminarMe ha encantado. Enhorabuena por ese primer premio!
ResponderEliminarGústame moito porque está moi ben escrito. Noraboa!
ResponderEliminarEnhorabuena, me ha gustado mucho. Sigue escribiendo, lo haces muy bien.
ResponderEliminarenhorabuena me gusto mucho la representacion
ResponderEliminar